Creciendo, ¿alguna vez ayudaste a tu mamá o papá en el jardín? ¿Alguna vez te sentaste allí mientras se plantaban las semillas y te preguntaste por qué tardaban tanto en germinar? La paciencia, sin embargo, es clave cuando se trata de cultivar el jardín perfecto. No solo es importante plantar las semillas adecuadas en la temporada correcta, sino que también es igual de importante cuidarlas adecuadamente. Dependiendo de lo que estés cultivando, fertilizar, regar y desherbar es esencial. Al igual que un jardín fructífero no «simplemente sucede», tampoco lo hacen los matrimonios saludables, felices y amorosos. De la misma manera que debes nutrir tus semillas (es decir, el matrimonio) con el tiempo, con una planificación adecuada y las herramientas correctas -el porcentaje adecuado de optimismo, amor y comprensión- tendrás una planta exitosa (es decir, un matrimonio).
Como saben los lectores de Viveros Romero, los matrimonios internacionales, especialmente aquellos donde uno de los cónyuges no es de los Estados Unidos, enfrentan desafíos únicos. Existen diferencias culturales en cómo se comporta una pareja casada, cuáles son sus expectativas y cómo resuelven sus problemas. Por eso es importante planificar con anticipación (y me refiero a antes de que digas «sí, acepto»). Los acuerdos prenupciales son críticos para matrimonios internacionales o multiculturales. Establecen legalmente las expectativas que las partes tienen para sí mismas y para su futura relación. Un acuerdo aborda quién será el propietario de la casa, cómo se manejará la hipoteca, quién se encargará de los niños, cómo se abordarán las finanzas cuando haya problemas en la relación, y así sucesivamente.
Si bien a nadie le gusta pensar en el final de una relación, es mejor saber qué esperar si las cosas no salen como se planeó. Al igual que al plantar semillas en el jardín, debes tomarte el tiempo para conocer en qué entorno estás colocando esas semillas. ¿Estás plantando semillas en una cámara hidropónica, en una maceta o las estás plantando directamente en el suelo? Cómo trates las semillas, las plantes y las nutras depende de ti, pero debes tomarte el tiempo para hacerlo correctamente.
Un acuerdo prenupcial con un cónyuge extranjero, además de abordar artículos como la protección de activos, consentimientos anticipados, manutención conyugal y derechos en caso de divorcio, también puede ser utilizado para planificar diferentes culturas. Se puede prestar atención cuidadosa a cómo diferentes culturas manejan el divorcio, el apoyo o los problemas de custodia de los hijos. Realizar este tipo de análisis ayuda a garantizar que cada parte entienda y tenga expectativas razonables del otro. Nadie quiere abandonar un jardín. Tu objetivo es darle el mejor «ecosistema» para florecer. Esto es lo que puede suceder al crear un «ecosistema» legal a través de un acuerdo prenupcial bien pensado con un cónyuge extranjero.